Siendo niña en la Venezuela de antiel, la fijación que tenía hacia mis maestras de cada grado fue maravilloso. El trato amable, dedicado y cariñoso de ellas hacia sus alumnos generaba en mí una admiración especial. La atención que tenía con los representantes era hermoso. Todo esto se observaba constantemente. Resalto la atención muy cercana que ellas tenían conmigo y con mi mamá; siempre se convertían en amigas. Yo para ellas; me convertía en una estudiante admirable por mi disciplina y dedicación en los estudios, aunque era tímida y callada no me impedía mi esmero en aprender.
Al llegar a casa, después de cada clase, y luegoo de almorzar y organizar todo; era el espacio para jugar a "la Maestra". Para mí era maravilloso recrear un salón de clases en el patio de mi casa: escritorio; silla, pizarrón, cuaderno de lista con los estudiantes de una sección inventada; estudiantes ficticios con nombre y apellido para pasar la lista, realizaba una lectura y comenzaba la clase con el tema del día, usando la pizarra como recurso y daba los temas que la maestra me había dado en el día. Por eso se me hacía fácil asimilar los temas; ya que los repasaba y estudiaba jugando.
Desde mi promoción al 2do grado, una vez que conocí el maravilloso mundo de la lecto- escritura, no pude parar.
De estos juegos educativos recuerdo con grato recuerdo la colaboración de mis familiares en los recursos para recrear este espacio, mi escuela.
En mí siempre estuvo el interés por la educación, el amor a Dios, a los animales y luego por la tecnología digital.
En mi adolescencia decido entrar en una escuela técnica visionando un oficio, un empleo y estudios profesionales en una Universidad Pública. En 1999 egreso como técnico en Informática, punto de partida de cambios para Venezuela, aumentó la intolerancia, desigualdad y un sin fin de elementos que no dejaban nada bueno para los habitantes. Despertando en mí el deseo de hacer realidad aquel sueño de niña y esa interacción con la tecnología digital.
Doy los primeros pasos en UPEL Maracay, fueron muchos los dias de asistir de madrugada para consiga requisitos; cinco pruebas. Los resultados los mostraba la prensa. Cada vez que veía mi número de cédula mi corazón se llenaba de gran emoción. Hasta que llegó ese maravilloso día que ingresé como cohorte 2001-II en la especialidad de Informática.
UPEL Maracay y Mácaro, tanto en pre grado y post grado me ofreció maravillosas herramientas, forjó en mi el deseo de ser una docente: dedicada; amable; culta; responsable y creativa. Me hizo disciplinada más de lo que era; temerosa y cuidadosa de lo que se imparte a los estudiantes y de qué modo hacerlo.
Todo ello, es gracias a cada uno de los docentes que me exigían e impartían sus conocimientos con Amor y Dedicación.
Actualmente, pongo de manifiesto que he tenido que actualizar mis conocimientos, el docente nunca deja de aprender y a desaprender, en esta sociedad urgida de afecto, apartada de la interacción personal además adicta a la tecnología entre ellas las redes sociales.
Aun Sigo siendo Docente en Venezuela, sigo con valentía y constancia. Creo en la educación, aún quedamos muchos Docentes dedicados que enfrentamos cada día el las aulas de clase el reto maravilloso de Educar y de Hacerlo BIEN. Lo hacemos por Vocación a instruir, a dar y de ser constructores de almas, de pensamientos de seres humanos maravillosos. Ayudandoles hacer el presente y futuro de un país que se lo merece.
Ellos, los estudiantes sean de primer nivel de educación, media; básica, técnica, superior o profesional, merecen docentes comprensivos, creativos, innovadores y llenos de valores. Estos estudiantes han demostrado que sí vale la pena educarse para la vida y para el trabajo. Tu y yo fuimos parte de ellos en algún momento.
Yo sigo apostando positivamente a la educación, al amor a Dios y su creación plena y a la tecnología bien empleada.
"Lo que quieres lo puedes lograr, con preparación y dedicación lo puedes lograr".
Norelys Vegas.

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